VILLANCICO
Teresica, daca mi manto,
que no he de estar encerrada tanto.
[GLOSA]
A mí mesma soy ingrata,
es maldad, no [he] de sufrilla,
esa casa, Teresilla,
ténmela como una plata,
y esas tocas de beata
guárdalas para el jueves santo,
que no [ he de estar encerrada tanto].
Límpiame aquese sombrero,
dales lustre a esos chapines,
que ya de gentes ruines
hacer más caudal no quiero,
pues estar hecha humero
o no [e]starlo monta tanto,
que no [he de estar encerrada tanto].
Quiérome dar a placer
y andarme a la flor del berro,
que [e]star encerrada es yerro,
el mayor que puede ser.
Si falta el buen parecer,
después será todo llanto:
que no [ he de estar encerrada tanto ].
La puerta no esté cerrada
mientras que yo vengo y voy,
entiendan todos qu[e] estoy
del todo desenfadada,
y que mi pena es pasada,
y que huelgo, río y canto,
que no [he de estar encerrada tanto].
¡Ah!, muéstrame acá ese [e]spejo,
para mirar de mi daño
el notorio desengaño,
por falta de buen consejo.
Ya de hermosura me alejo,
y de cual [e]stoy, me [e]spanto,
que no puedo [estar encerrada tanto].
Deja tu comentario