EL MAESTRO FUENMAYOR PARTIÓ DEL DISTRITO QUEJOSÍSIMO DE QUIEN LE COMPUSO EL SOBREDICHO ROMANCE, Y A ESTE PROPÓSITO, EL MISMO DOCTOR SALINAS LE ARRIMÓ LAS SIGUIENTES REDONDILLAS
Seáis muy bien ido, señor,
que aunque el culincendio vuestro
fue en gran beneficio nuestro,
el dejarnos fue en mayor.
Dio vuestro fuego secreto
materia al mundo de risa,
sin la que dio a la camisa,
que en ésta no me entremeto.
Y con esas niñerias,
que os causan desasosiego,
hacéis guerra a sangre y fuego
a nuestras melancolías.
Por vuestra mala elección,
y por mí después de Dios,
sois eterno a parte post,
como las almas lo son.
Y también lo seré yo,
si esta corónica sola
me encuadernáis con la cola
que al fuego se derritió.
Diréis que soy moledor,
y no hay que maravillar,
que os canse un cani-cular,
hoc est, un culi-cantor.
Y así al romance atrevido,
que tales cosas os dijo,
sepultaré, con ser hijo
de mis entrañas nacido.
Y para que no imaginen
que no está enterrado ya,
de responso servirá
vuestro se-culum per ignem.
Y estos versos que he juntado
para que más no os difamen,
es mi voluntad se se llamen:
Adiciones al Tostado.
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