¡Oh nabo de mi contento,
bendito el que os ha criado,
y bien haya la simiente
de que fuistes engendrado!
Echaros he en mi puchero,
entero y sin quebrentaros,
y parar que no os peguéis,
procuraré menearos.
¡Oh nabo de mi contento,
bendito el que os ha criado,
y bien haya la simiente
de que fuistes engendrado!
Echaros he en mi puchero,
entero y sin quebrentaros,
y parar que no os peguéis,
procuraré menearos.
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