El coral más açendrado
no se exçede en el olor,
ni en la dulzura y sabor
el panal azucarado.
Da descanso y da pasión,
da muerte y vida con ellos,
y tienen un no sé qué en ellos
que me roba el corazón.
Todas las demás facciones
recibirán mil agravios,
si no tuviera en los labios
Ana tantas perfecciones.
Dulces y suaves son,
hermosos, claros y bellos
y tienen un no sé qué en ellos
que me roba el corazón.
La mesma naturaleza,
cuando a los labios […]
de sí mesma s[e] espantó,
poderlos dar tal belleza;
mas, al fin, quiso razón
dalle unos labios tan bellos
y tienen un no sé qué en ellos
que me roba el corazón.
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