LETRA
—¿De qué tenéis dulce el dedo?
—De que he sido colmenero.
Jugaba Perico
a un ponte quedo,
con Madalenilla,
la de Gil Barrientos,
y estando tapada,
sin más embelecos,
al llegar a asirla
se dieron dos besos.
La muchacha gusta
y el mozo no es lerdo:
ella juguetona,
y él todo burlesco.
—De que he sido colmenero.
Jugaron un rato
por pasar el tiempo,
que el tiempo se pasa
con el pasatiempo.
Y estando cansados,
perdidos y ciegos,
vuelven a escondite
con dulces acentos.
Ella, retirada,
se puso en un cesto
al pie de la cama
sin que tenga miedo.
—De que he sido colmenero.
Llegó Periquillo
por el aposento,
buscando rincones,
rodando pucheros.
Bien sabe do está,
mas quiere primero
dar al apetito
un poco de huelgo.
Por entre las sayas,
dicen que muy tieso,
muy poquito a poco
le hurgó con un dedo.
—De que he sido colmenero.
Ella, que, quedita,
sólo el agujero
tiene destapado,
le dijo riendo:
“¡Oh dedo sabroso!
¡Oh dedo del cielo!,
dedo que me das
dedadas a tiento,
si a pulgarearme
estás tan dispuesto
hecho canelón,
yo me saboreo.
—De que he sido colmenero.
”¿Cómo te derrites,
estando tan tieso,
rompiendo atrevido
el candado nuevo?
¿Cómo entras y sales
sin temor ni miedo
y en verme la herida
no te quedas muerto?
¿Cómo has profanado
las aras del templo?
Mas, ¿por qué tal, niño,
gustando yo de ello?”
—De que he sido colmenero.
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