EJEMPLO/S
Si tal vez, como mujer:
de carne tienes incendios,
no apagarán tus ardores
los favores de tu dueño;
y aunque sea gran cantante,
y en la música muy diestro,
por la llave de natura
no te cantará un soneto.
Si te arrimas a un pilar
sin estribos ni cimientos,
cuando te presumas firme
darás contigo en el suelo.
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