EJEMPLO/S
1. Decidme, dama graciosa,
qué es cosa y cosa.
Decid qué es aquello tieso,
con dos limones al cabo,
barbado a guisa de nabo,
blando y duro como güeso;
de corajudo y travieso
lloraba leche sabrosa.
2. Ya no ay día que no venga
y no me quiera picar,
mas yo le tengo de armar
lo mejor que me convenga.
Y por amigos que tenga
llorará en mi prisión:
¡válgate la maldiçión!
3. Doña Isabel Castriote cantó
con gran alborote:
Yo te haría andar al trote,
y aun llorar por mi consuelo,
“Matihuelo”.
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