EJEMPLO/S
1. ¿Qué hacéis, zapatero mocoso?
Señora, coso, coso. Señora, coso, coso.
Con trabajo y ejercicio,
no se pasa el tiempo en vano.
Yo, con la horma en la mano,
“hago, señora, mi oficio;
y al fin, como el ocio es vicio,
por no estar un punto ocioso,
señora, coso, coso.
2. Mudándolo en varias formas,
vendes a escondido rato
el desbocado zapato
cursado de tres mil hormas.
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