EJEMPLO/S
Regostado os habéis El perejil
con tan desvergonçado rapamiento
que no dexasteis gota, yo escarmiento,
de que otra noche me sirváis de atril.
Vuelto me habéis, quexosa, las espaldas,
y a mi salchicha en tanta embocadura
jugo no la dexó vuestra sartén.
Seguras desde hoy más tendréis las faldas,
que no ha de entrar mi llave en cerradura
que ha menester de aceite un almaçén.
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