EJEMPLO/S
1. Alegres son al triste enamorado
los dichos de su dama con blandura:
aquel quitaos allá que es gran locura,
aquel ¿estáis en vos, desvergonzado?,
el santiguarse, el ¿cómo habéis entrado?,
el argüir la fuerza con cordura,
el tierno desmayar en la dulzura,
2. Y cuando ha corrido,
queda desmayado,
el color quebrado,
fuera de sentido;
mas si torna al nido,
se le alza la porra
con la Catalinorra.
3. Si yo, señora mía, conociera,
antes que en vuestro lecho me acostara,
que vuestro escudo* nunca desmayara*,
mi lanza once mil hierros rompiera.
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