EJEMPLO/S
Fuese, por no pasar el tiempo en vano,
a un convento de monjas de hortelano;
pero cuando las madres recogidas
sintieron de tal dios las embestidas,
crecieron sus deseos
a par de los continuos regodeos,
tanto que al huésped molestando andaban
y a puto el postre daban y tomaban.
Entre ellas el potente fornicario
todavía estuviera
si un caso extraordinario
por su influjo viril no sucediera;
y fue que, como siempre en los conventos
hay algunos jumentos,
en éste dos las monjas mantenían
que los trabajos de la huerta hacían;
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