EJEMPLO/S
1. La dama que quiere a dos
no es tonta, que es advertida;
si se le le apaga una vela,
“otra le queda encendida.
2. Duda si Hero gozó a Leandro
Tiempo fué en que se dudó
si tuvo o no doña Hero
la vela en su candelero
cuando Leandro se anegó.
3. Corazón, una pulga me come.
¡Ay!, matámela si sois hombre.
Las sábanas sacudí
y no la pude hallar;
hacia aquí, amigo, ha de estar,
llega la vela hacia aquí.
Ella está dentro de mí
sino que yo no la veo,
y picome en el deseo,
y el deseo despertome.
4. Que, olvidada de su voto,
de día en el librador
tenga firmezas de amor
la monja con su devoto,
y que ande todo tan roto,
que, picada en este cebo,
gaste más velas de sebo
que peces tiene Amaranto,
no me espanto.
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