EJEMPLO/S
Señora, sabed de çierto
que podedes bien a osadas
medir nueve o diez pulgadas
en mi mango gruesso e yerto;
si yo con él vos açierto
a poder de cojonadas,
las sedas bien remojadas
serán d’esse bocabierto.
Si vos fallo en descubierto,
como fodo a ventregadas,
veredes por las pisadas
que non duermo, antes despierto.
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