EJEMPLO/S
1. -¡Oh nabo de mi contentó,
bendito el que os ha criado,
y bien haya la simiente
de que fuistes engendrado!
Echaros he en mi puchero,
entero y sin quebrantaros,
y para que no os peguéis,
procuraré menearos.
2. Soñando estaba una noche Artemidora
que atizaba su fuego don Cataldo :
hirvio el puchero, derramóse el caldo,
y almidonóse en balde la señora.
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