EJEMPLO/S
Si no hay quien dé limosna de su papo,
¿ de qué sirve el pijón al mendigante?
Diera Dios treinta pijas a un tratante,
y al Fúcar ciento, y al mendigo un trapo.
¡Decir que no está siempre hecho un sapo,
más largo y más fornido que un gigante!
Hará Dios impotente a un almirante,
y dame miembro a mí que apenas tapo.
“Cuanto yo gano a pie gasto a caballo;
blanca a blanca me hode la pobreza,
que aun la bolsa me vacía a los cojones.
y hubiera ya tratado de cortallo,
a no pensar hacer por su grandeza
“dél, cuando viejo, cuatro o seis bordones.
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