EJEMPLO/S
1. Este es muy bueno; da acá tú ese mazo,
y a fe que cuando arranques el espigo,
que te suden entrambas las orejas,
como en otoño miel destila el higo.
2. Ya medrosa se encogía
y, tal vez, se descollaba;
con que yo reconocí,
de mi pieza desdichada,
que ya no valía un higo,
estando como una pasa.
3. ¿Para qué me lo palpa? ¿Piensa ques figo?
En lugar de uno no ponga cinco.
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