EJEMPLO/S
Damas, las que os preciáis de mal casadas,
haceos desear y haréis amaros;
jamás os acontezca convidaros
por más que estéis con ellos abrazadas.
Ofrecerse voluntariamente sin que nadie se lo pida o ruegue a hacer alguna cosa. (DAut.)
Damas, las que os preciáis de mal casadas,
haceos desear y haréis amaros;
jamás os acontezca convidaros
por más que estéis con ellos abrazadas.
Damas, las que os preciais de mal casadas
Deja tu comentario