EJEMPLO/S
Soñando estaba una noche Artemidora
que atizaba su fuego don Cataldo :
hirvio el puchero, derramóse el caldo,
y almidonóse en balde la señora.
Sin que poden su parra gotas llora,
no dize a su querido amor: tomaldo,
para vos lo guardé, solemnizaldo,
y alzadme hasta los hombros la alcandora.
Despertó hecha un lago de quaxada ;
corriose de gastar su zumo en vano,
y limpiando las barbas al mozuelo,
dixo : mal haya el diablo, que mojada
teneis la complexion, señor fulano,
holguemonos de hoy más ya sin rezelo.
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