De humildes padres hija, en pobres paños
envuelta se crió para criada
de la más que bellísima Hurtada,
do aprendió su provecho y nuestros daños.
De pajes fue orinal, y de picaños,
hasta que por barata y por taimada,
un caballero de la verde espada
la puso casa y la sirvió dos años.
Tulló a un Duque, y a cuatro mercadantes
más pobres los dejaron que el Decreto
sus ojos dulces, sus desdenes agros.
Esta es, lector, la vida y los milagros
de Isabel de la Paz, sea mi soneto
báculo a ciegos, Norte a navegantes
Estamos ante un soneto interesantísimo por las referencias que lo convierten en sátira política. “Caballero de la verde espada” es el nombre que adopta Amadís en el libro III, en diversas aventuras en Bohemia, Grecia y la Isla del Diablo, donde da muerte al endriago. La referencia del personaje que se oculta bajo el nombre de “Caballero de la verde espada” queda implícita, pero el nombre de Isabel de la Paz del verso 13 apunta a Isabel de Valois, pues ese es el sobrenombre que en varios escritos recibe la que fuera joven esposa de Felipe II.