Maria Negra, des[a]ventuirada!
E por que quer tantas pissas comprar,
pois lhe na mãa nom querem durar
e lh’assi morrem aa malfada[da]?
E num caralho grande que comprou,
o onte ao serãa o esfolou,
e outra pissa tem já amormada.
E já ela é probe tornada,
comprando pissas, vedes que ventuira!
Pissa que compra pouco lhe dura,
sol que a mete na sa pousada;
ca lhi convém que ali moira entom
de polmoeira ou de torcilhom,
ou, per força, fica end’aaguada.
Muit’é pera ventuira menguada,
de tantas pissas no ano perder,
que compra caras, pois lhe vam morrer;
e est’é pola casa molhada
em que as mete, na estrabaria;
[e] pois lhe morrem, a velha sandia
per pissas será em terra deitada.
VERSIÓN:
María Negra, desventurada, ¿por qué quieres comprar tantos nabos, pues en la mano no quieren durar, y así languidecen los pobres? Y un gigantesco nabo que compró por la noche ya estaba pelado, y ahora tiene un nabo amuermado.
Y de tanto comprar nabos ha empobrecido, ved que infortunio, nabo que compra poco le dura, a penas lo mete en su posada, y ocurre que no muere inmediatamente de neumonía o de cólico, o por desgaste, sino golpeado y magullado.
Es mucha la mala suerte de perder tantos nabos al cabo del año, que los compra muy caros para que luego mueran en la húmeda posada donde los mete, en el establo; porque cuando muera la vieja loca, a causa de tantos nabos será arrojada sobre la tierra.
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