EL GALLO JERÓNIMO DE BARRIONUEVO
Pica el gallo en la sartén
porque no puede lamer.
Trujo la vecina
un gallo ant[ea]yer,
porque en su corral
escarbando esté.
Cacarea tanto
que al anochecer
a todas inquiera
sin tener porqué.
No sé qué le ha dado
que durmiendo es
que es gran velador
solo por comer.
Pica el gallo en la sartén
porque no puede lamer.
Es tan crestallado
que debe temer
que llegue Anteón
presto a perecer.
Sábelo que pica
porque brujo es
y hasta en las cocinas
se quiere meter.
Aunque l[e] echo pan
lo deja caer,
que quiere picar
donde no está bien.
Pica el gallo en la sartén
porque no puede lamer.
Al ribete mira
de mi guarda pies,
abriendo unos ojos
como un Lucifer.
Por la vecindad
anda sin poder
echalle de casa
ninguna mujer.
Muerde cuando pica
do es menester,
deshojando a veces
el rojo clavel.
Pica el gallo en la sartén
porque no puede lamer.
Por hallar en mí
continuo desdén,
dejarme procura
con el rosicler.
Llega a derribarme
con tanto tropel
que aunque soy leona
le vengo a temer.
Esto es lo que pasa,
Dios me libre d[e] él,
que no quiero gallo
que tan bravo es.
Pica el gallo en la sartén
porque no puede lamer.
Anteón es como aparece en muchos textos barrocos la figura de Acteón, a quien Artemisa convirtió en ciervo por haberla visto desnuda.