Otra suya [del Ropero] a una mujer enamorada porque le vido tomar ceniza, el miércoles primero de cuaresma
Muy discreta, bella y buena,
sobre cuantas cubren tocas,
guardaréis la cuarentena,
pero no con ambas bocas.
Porque, dama de valía,
cristiana llena de fe,
que conserve Dios su honor,
vos tendréis carnecería
de ganado vivo en pie,
aunque pese al provisor.
Y si dijeren que es gula,
por Dios, aquí no se coma;
vos diréis: “yo tengo bula
del perlado de Sodoma”.
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